A mi hijo le diagnosticaron una leucemia linfoblástica aguda. Superando el primer impacto, empecé a vivir otra realidad, a convivir con familias que estaban en circunstancias parecidas y a compartir nuestras carencias y necesidades. Todo menos caer en la indiferencia. No podíamos no hacer nada.
Por eso nace SsC para dotar de los MEJORES MEDIOS MATERIALES a los profesionales que curan a nuestros hijos. Además ofrecemos APOYO A LAS FAMILIAS que tienen un hijo con cáncer y damos VISIBILIDAD a esta enfermedad para que el resto de la sociedad se conciencie de que con su ayuda puede mejorar la vida de estos pequeños.
En este camino no he estado sola, hay padres que con mi misma motivación se unieron al proyecto.También personas, empresas e instituciones por suerte no les toca de cerca la enfermedad, pero demuestran estar llenos de generosidad.
Así, hoy somos La Fundación Sonrisas Sin Cáncer.
Nuestro lema: ¡NI UNA SONRISA MENOS!